Yes, we camp!

Manifestantes en la Puerta del Sol. (EFE).

Y España despertó de su letargo. Al menos, a esta hora, al filo de la una de la madrugada, es lo que se siente en Madrid y otras capitales españolas. Plataformas de corte asambleario catapultadas por las redes sociales e Internet a través de movimientos como "Indignados" o "Democracia real, ¡ya!" lo han hecho posible. Es la Spanish Revolution, uno de los muchos hashtag con los que la información se reúne a estas horas en Twitter.


Numerosos ciudadanos se han cansado de que les pidan opinión cada cuatro años, que ésta se desvirtúe y donde las leyes promulgadas por una clase política ya considerada como un problema de primera magnitud tiende, cada vez más, a una pérdida de libertades tanto individuales como colectivas.

Hartazgo de candidaturas electorales plagadas de políticos corruptos, imputados, condenados y, sin embargo, aplaudidos por sus formaciones. Cansancio por tener que trabajar más que nunca, hasta más tarde que nunca y por menos dinero que nunca en comparación con el coste de la vida. Y sin garantías de una jubilación decente.

Vista general de la Puerta del Sol, 17 de mayo 2011. (EFE)

Indignación por una política que hace tiempo dejó de ser de izquierdas o derechas, sino una política del capital, plegada a sus intereses. Desasosiego por ser ésta una generación condenada a vivir peor que la precedente.

Todo ello tras el ensayo de una fecha histórica, el 15 de mayo, donde 50 ciudades movilizaron a sus ciudadanos por éstas y muchas otras razones. Ahora, jóvenes, mayores, ejecutivos, parados, autónomos, familias y cualquier persona cansada de que otros decidan toman las calles.

Decía un amigo en mi perfil de Facebook que, efectivamente, cuando libios y egipcios acamparon en sus plazas mayores, PSOE y PP aplaudían la medida. Ahora, uno dice escucharla pero no compartirla (es, por tanto, una respuesta peor aún que la indiferencia) mientras que otro reconoce abiertamente no asumir sus principios.

Genial llamada de una mujer a RNE en la mañana de hoy, día 17. Dignidad por encima de todo, concentrada en tres minutos.

Yes, we camp!