Hoy se cumplen los diez primeros años de un atentado que cambió el mundo para siempre. El ataque terrorista contra el World Trade Center de Nueva York es quizás el punto de inflexión, el desencadenante que supuso la verdadera entrada en el siglo XXI; en el nuevo milenio.
No sólo Nueva York llora hoy a sus más de 3.000 víctimas de aquella aciaga jornada. El avión que se estrelló contra el Pentágono y el derribado en Pennsilvania también engrosan la lista de personas a las que la muerte llamó un 11 de septiembre de 2001.
Un acontecimiento de tal trascendencia hace que lo cotidiano quede grabado a fuego. En mi caso, el 11 de septiembre estudiaba unos farragosos apuntes de Sociología correspondientes a la troncal de primero de la Licenciatura en Periodismo. Vi la primera imagen desde la caja de la escalera de casa, confundido durante unos segundos porque no sabía distinguir si estaba ante el anuncio de una película o el Telediario. Desgraciadamente era lo segundo. Evidentemente, la jornada pasó a transcurrir pegado al televisor, al ordenador y a la radio en lugar de los apuntes. No pude evitar llamar a varias personas por teléfono para que, incrédulos como yo, comentáramos lo que estaba pasando. Durante una de esas conversaciones se produjo el segundo impacto.
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| Foto: 20 Minutos |
Semanas después, cualquier conferencia, charla o incluso clase en la facultad se convertía en foro de debate en torno a las consecuencias del desastre. No sólo para Estados Unidos, también para la geopolítica y la economía mundial. Han pasado diez años y la mayor parte de los conflictos abiertos tras la masacre continúan abiertos aunque Estados Unidos lograra la cabeza de Osama Bin Laden.
¿Y tú, qué hacías el 11-S?
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