lunes, 20 de junio de 2011

Portadas que tiran de espaldas

Se veía venir. España se ha desayunado esta mañana con nuevos titulares insidiosos en cierto sector de la prensa reaccionaria en contra del movimiento 15-M.

La Razón ha sido el principal objeto de las críticas con la imagen elegida para su portada. Al margen del encuadre, ciertamente mejorable y con mayores elementos de interés informativo justo en el lado contrario (hacia la plaza), el editor gráfico metió la pata hasta el fondo al no percatarse de un manifestante "decapitado" por el programa de retoque fotográfico justo en una de las áreas más visibles de la imagen porque, precisamente, el manifestante se encontraba en un claro.

Vía Kiosko.net
La imagen ha sido el chascarrillo de la mañana en la red social Twitter bajo el hashtag #larazon si bien el medio se ha apresurado a desmentir en su página web que fuera una manipulación premeditada. Aluden al programa que une las imágenes tomadas por separado para realizar una toma panorámica como causa del desaguisado. Puede ser. El redactor gráfico se escuda en que un objetivo tipo "ojo de pez" distorsiona la realidad, pero con un angular de 16 milímetros y una cámara full frame, el resultado podría haber sido igualmente aceptable. ¿Para qué hacer una panorámica si luego se publica un tercio de la imagen?

En cuanto al titular, la comparación entre el número de votantes en las pasadas elecciones municipales y el de "indignados" en la calle es totalmente tendenciosa. ¿Por qué no comparar el número de personas que votaron al PSOE en 2008 con los manifestantes en contra del aborto? Las comparaciones son odiosas. Además, el número de votantes es siempre un dato oficial, contabilizado uno a uno, mientras que el de manifestantes suele ser objeto de controversias dado la imposibilidad de afinar al cien por cien en el número de concurrentes.

Vía: Kiosko.net
Y el segundo titular para estudiar en las facultades como ejemplo de cómo no hacer periodismo se lo ha ganado, por derecho propio, La Gaceta de Intereconomía. No hay bastante con vomitar palabras y ataques hacia otros medios de comunicación en la editorial de portada (ver recuadro azul) que se permite el lujo de llamar "sediciosos" a los manifestantes y tachar de ilegal la convocatoria. Si la convocatoria se desarrolló en las calles, es de suponer que contaría con los respectivos permisos de las autoridades. 

Calificar, así mismo, de sediciosos a quienes quieren acabar con un modelo que sólo prima a los poderosos y donde todo un país pagará los desmanes de los bancos, por crear una economía irreal, y protestar contra el Pacto del Euro, el mayor recorte de la historia al estado del bienestar, es poco menos que aventurado. Por cierto, ninguno de los dos medios alude en sus portadas, precisamente, a este documento pese a ser uno de los principales motivos de la manifestación. 

Pero claro, rectificar no es siempre un ejercicio fácil ni mucho menos humilde para determinados medios de comunicación. No se explica, por tanto, tamaño despropósito en esta "fe de erratas" con la que Telemadrid escuda otra metedura de pata: realizar un comentario sobre las protestas ante el Parlamento de Cataluña ilustrándolo con imágenes de Grecia.


No hay bastante con no reconocer el vergonzante error abiertamente que además se juega con los 1.200 trabajadores de Telemadrid, muchos de ellos hartos de este tipo de prácticas que suceden con tristemente demasiada frecuencia en la televisión pública madrileña.

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